Villa Romana de Torre de Palma

El lugar donde se localiza la Villa Romana de Torre de Palma tuvo una primera ocupación humana durante la Edad del Hierro entre finales del siglo VII a.C. y el siglo V a.C. cuando se instaló aquí una necrópolis de incineración y, posiblemente, algunas estructuras domésticas.

Durante el período romano, se estableció una gran explotación agrícola, cuyas ruinas actualmente se extienden por un área de 13 000 m², dividida por una pequeña línea de agua. Se trata de una imponente villa, con varias fases de construcción y ocupación, cronológicamente encuadradas entre el siglo I d.C. y el siglo VII d.C.
La zona residencial de esta villa (pars urbana) se organiza en torno a un peristylium (patio interior), de planta rectangular, a partir del cual se accedía a diversos compartimientos, muchos de ellos con pavimentos de mosaico de gran calidad artística. El triclinium (sala de banquetes) estaba decorado con un mosaico en el que se representa la imagen mitológica de las Musas. La sala de estar o de recepción, con ábside triple, exhibía un mosaico con cinco caballos, que podrá estar relacionado con la cría de estos animales por parte de los propietarios de esta explotación y / o con su importancia deportiva. Tanto el Mosaico de las Musas como el Mosaico de los Caballos están actualmente en el Museo Nacional de Arqueología, en Lisboa.
El complejo termal se sitúa en el extremo este e, a oeste, se conservan vestigios de múltiples estancias y sistemas de canalización. La pars rustica de esta villa es bastante extensa. Una parte de ella estaba dedicada a la explotación agrícola y a la ganadería. Se han identificado varias áreas funcionales (almazaras de aceite y lagares de vino, forjas, etc.), espacios de almacenamiento y habitaciones destinadas a los siervos y esclavos.

A finales del siglo IV d.C. o inicios del siglo V, fue construida, al norte de la Villa de Torre de Palma, sobre una de sus necrópolis alto-imperiales, una basílica paleocristiana de planta rectangular, con tres naves, un monumental baptisterio cruciforme doble, con pavimentos revestidos con mármol, y un edificio adyacente (monasterio o escuela eclesiástica). Alrededor de este espacio de culto surgieron áreas funerarias asociadas, que atestiguan las profundas transformaciones religiosas y rituales vividos durante la Antigüedad Tardía / Alta Edad Media.